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http://web.archive.org/web/20111204035645/http://prefieromontana.es/cantabria/romanico-en-cantabria-i-ruta-del-romanico-erotico/

Rómanico erótico


Cantabria es un país en el cual el arte románico ha dejado numerosos monumentos que engrosan los alicientes del turismo rural y cultural.
Las construcciones esparcidas por territorio cántabro, catalogadas dentro del románico, cuentan con algunas características que les otorgan personalidad propia. Sólo en algunos casos contados, la pintura del románico hace acto de presencia en Cantabria. En cambio, el arte escultórico se desarrolló de forma extensiva y gracias a esa gran presencia de grupos escultóricos, podemos encontrar increíbles conjuntos incluso en pequeñas ermitas que tal vez no tuvieron en su época la proyección que actualmente les podemos otorgar por sus propios merecimientos.
A la importancia del románico en Cantabria, se suma el hecho de que sus muchos monumentos se encuentran en bellísimos parajes. En conjunto, un incentivo más que suficiente para echarse a recorrerlos.
Y como no podemos conocerlo todo de una vez, me “propongo proponeros” para empezar, la Ruta del Románico Erótico.
Tomando como punto de partida Reinosa, visitaremos Bolmir y Retortillo al este, Cervatos al sur y Villacantid al oeste. Cuatro poblaciones por las que podemos disfrutar de esta preciosa ruta del románico volviendo de nuevo a Reinosa.
La iglesia de Santa María la Mayor en Villacantid, está situada sobre una pequeña loma apenas cruzando el pueblo. Su origen hay que buscarlo en el s.XII y aunque ha sufrido transformaciones a través del tiempo, sigue siendo un interesante ejemplo arquitectónico. Las llaves para visitar su interior, hay que procurarlas con el alcalde.
La iglesia de San Cipriano de Bolmir, es un precioso templo cuya sencillez original ha sido modificada con el paso de los siglos. Su última remodelación tuvo lugar hace pocos años y los trabajos escultóricos que alberga son de gran interés.
En Retortillo la iglesia de Santa María, fue construida sobre las ruinas de la ciudad romana de Julióbriga y de una necrópolis de la Alta Edad Media. Un monumento que vale la pena conocer pues las reformas han respetado gran cantidad de capiteles de sumo interés. Y ya que estamos en la zona, una buena sugerencia es detenerse a visitar también las ruinas de la citada ciudad romana de Julióbriga donde nos encontramos.
En Cervatos, nos queda por conocer el plato fuerte de esta ruta del románico erótico. La Colegiata de San Pedro, aún cuando en su interior poco conserva de románico, es un monumento excepcionalmente hermoso con una rica y variada decoración escultórica. Canecillos y capiteles proveen un libro en piedra que habla de luchas entre animales mitológicos y muestra también figuras humanas en lo que, si exceptuamos su simbología, serían posturas absolutamente obscenas.

via ferrata de la hermida


Se ha cumplido ya un año largo desde que fuera inaugurada la primera Vía Ferrata en la Cordillera Cantábrica.
Fue una actuación encuadrada en el programa de desarrollo rural Leader Cantabria, que abarca el periodo que va de 2007 a 2012 y tuvo un costo de más de 130.000€
La inversión corría por cuenta del citado programa Leader Cantabria 2007-2013 que está desde luego promocionado e impulsado por la Consejería de Desarrollo Rural que cuenta con la cofinanciación del Fondo Europeo de Agricultura y Desarrollo Rural (FEADER). Todo ello dentro del ámbito de Conservación y Mejora del Patrimonio Rural que tiene como objetivo evitar la pérdida de patrimonio físico y sociológico con el fin de preservar la historia y el basamento de las comunidades rurales.
Esta vía ha permitido la recuperación de un viejo sendero de pastores; se trata del sendero que parte desde el frente del Balneario de La Hermida hasta la Cueva Ciloña.
Lo cierto es que estamos hablando de parajes maravillosos en los que perderse es una gran alegría para el ánimo. Contar además con una vía ferrata alegra además el de muchos aficionados. Es sin duda un gran atractivo para el turismo rural tanto en su faceta deportiva como en la ecológica. Disfrutarla y conservarla es el reto.
Probablemente por eso me pregunto, a un año vista de su inauguración, cual debe ser su estado presente. Y es que no he ido por allí hace tiempo y tengo curiosidad Los montañeros siempre cuidan sus lugares. Y los deportistas y escaladores reparan vías ferratas a cada rato. Es una especie de diversión/convicción la que les lleva a invertir dinero de su propio bolsillo para mantener en buen uso las vías que otros han abierto. Esta solidaridad, este espíritu de compartir, es algo inherente al deportista, al buen deportista nato.
El proyecto se planteó con un trazado ajustado al sendero original y con el uso de materiales que no dejan huella en su instalación. Se señalizó el descenso, para evitar un mayor impacto medioambiental debido a la posible pluralidad de senderos, con el objetivo de minimizar el impacto en el entorno cuyo ecosistema es rico, muy rico, en diversidad.
El equipamiento del recorrido está seguido en paralelo por un cable que permite la seguridad del usuario en todo momento. Su enclave en un medio urbano, la hace proclive al uso masivo por lo que habría que tener en cuenta que la conservación de la Vía Ferrata de La Hermida, ¡es cosa de todos!

Ruta celtiberica


La Ruta Celtibérica nació como proyecto en el año 2008 impulsada por el Centro de Estudios Celtibéricos de Segeda y el Ayuntamiento de Calatayud, ciudad en donde desde el principio se proyectó que estuviera su sede principal.
Este proyecto, magnífico para los que amamos el turismo rural en alguna de sus facetas, tiene como objetivo “ofrecer una visión conjunta de los lugares relacionados con el patrimonio celtibérico …”(sic)
Históricamente el territorio geográfico de la Celtiberia, se sitúa en el Sistema Ibérico Central y sus alrededores, comprendiendo todas las zonas que entran en contacto con las cuencas de los ríos Ebro, Duero y Tajo. En total abarca casi setenta mil km2 repartidos entre Aragón, Castilla-La Mancha, Castilla y León, La Rioja y Navarra. Los escenarios por los que transcurre pues la ruta Celtibérica, son muy diversos y todos ellos hermosos marcos para practicar senderismo mientras vas en busca de las huellas del legado que, en esta ruta, aspira a convertirse en el foco para un Itinerario Cultural Europeo.
El quinto del territorio español en realidad, pues cuenta ya con otros cuatro. El Camino de Santiago fue el primero en recibir esta calificación. Siguieron luego Las Rutas del Legado Andalusí, más tarde el Camino de la Lengua Castellana y su expansión en las rutas de los Sefardíes y en el año 2002 se les sumó La Ruta de Don Quijote.
A lo largo de la Ruta Celtibérica, los diferentes yacimientos arqueológicos, centros de interpretación y museos vinculados a este patrimonio concreto, reciben un tratamiento conjunto en el sentido de incrementar su valoración a través de dar a conocer mejor al gran público su importancia.
En la provincia de Cuenca, tres ciudades romanas están incluidas en el gran patrimonio celtibérico. Se trata de las ciudades de Ercávica, en Cañaveruelas, Valeria, en Las Valeras y Segóbriga, en Saelices además del Museo Arqueológico de Cuenca, las necrópolis celtibéricas de Pajaroncillo y Carboneras de Guadazaón, las Minas del Lapis Specularis, en Osa de la Vega y el Centro de Interpretación de Cueva del Hierro.
El Lapis Specularis fue llamado el cristal de Hispania. Es un mineral de Selenio que forma cristales de tal transparencia que era exportado por los romanos para ser utilizado como vidrio. Visitar estos lugares, es emocionante.
Así que sin movernos de los escenarios conquenses, lo extenso de las posibilidades de adentrarnos en este aspecto del pasado histórico, es impresionante.
La Ruta Celtibérica es una indiscutible oportunidad para disfrutar en muchos aspectos. No en vano puede optar al distintivo Itinerario Cultural Europeo, que otorga el Consejo de Europa a aquellas rutas o recorridos que reúnen una serie de valores.  
Hasta el momento, salvo error por mi parte, hay en toda Europa un total de 36 rutas catalogadas con este distintivo.

Serrat


Joan Manuel Serrat, músico y poeta tiene su forma peculiar de decir las cosas. Una canción, un mensaje que resulta importante para el mundo, para la gente, para nosotros los que amamos la naturaleza motivo por el cual nos encontramos en este espacio. Y por eso hoy, prefiero dejar la palabra a Joan Manuel, con su bella forma de decir lo que es importante y vital. Vital sin paliativos; porque el agua es el elemento que nos da la vida y a veces, parecemos creer que es infinito.
El vídeo es un hermoso montaje que muestra los paisajes que todos los amantes del turismo rural soñamos. Prados verdes, lagos, cascadas y cataratas, agua en lugares hermosos, vistas sobre el mar, agua que marca el rumbo, el de nuestra historia colectiva. Nuestro recuerdo, nuestra memoria y nuestro sueño de futuro.
Si el hombre es un gesto
el agua es la historia.
Si el hombre es un sueño
el agua es el rumbo.
Si el hombre es un pueblo
el agua es el mundo.
Si el hombre es recuerdo
el agua es memoria.
El agua es la vida…nos envuelve, nos salpica, nos lleva al encuentro del niño que somos, del que fuimos y del que seremos…
Si el hombre está vivo
el agua es la vida.
Si el hombre es un niño
el agua es París.
Si el hombre la pisa
el agua salpica.
Nos sostiene y nos arrulla; nos murmura al oído viejos versos desde riachuelos y torrenteras que nos acompañan en el viaje; en el de nuestras salidas de ocio y en el viaje de la vida.
Cuídala
como cuida ella de ti.

Brinca, moja, vuela, lava,
agua que vienes y vas.
Río, espuma, lluvia, niebla,
nube, fuente, hielo, mar.
Agua que “esculpe paisajes”, estos paisajes que buscamos y recorremos en foces, gargantas, cañones y desfiladeros; en paredes rocosas y acantilados que queremos escalar.  Agua que horada la piedra. Agua omnipresente en los más verdes paisajes que amamos conocer y disfrutar.
Agua, barro en el camino,
agua que esculpes paisajes,
agua que mueves molinos.
¡Ay agua!, que me da sed nombrarte,
agua que le puedes al fuego,
agua que agujereas la piedra,
agua que estás en los cielos
como en la tierra.
Brinca, moja, vuela, lava,
agua que vienes y vas.
Río, espuma, lluvia, niebla,
nube, fuente, hielo, mar…
Un mensaje que todos los que salimos a buscar un estilo de vida natural en nuestras escapadas de turismo rural, debemos respetar, difundir y defender.
Sólo que yo se lo he dejado hoy a Joan Manuel Serrat, que lo dice rotundamente bien.

visitar viajar gobiendes


Hay un precioso lugar en Asturias. Conocerlo a través del turismo rural abre la puerta a gratificantes posibilidades. Se llama Gobiendes. Está en el concejo de Colunga, en el norte asturiano. La palabra lugar lo define, pues alcanza, si acaso, los cien habitantes. Y como “lugar” es absolutamente encantador.
En el lugar, la iglesia de Santiago de Gobiendes, está declarada Conjunto Histórico-Artístico desde 1931. Preciosa y bien conservada, es de estilo prerrománico y nació en las primerías del siglo X aunque su buen estado se debe a la remodelación que fue hecha a mediados del 1800. Sus grandes proporciones para una parroquia rural, muestran una armonía que transmite claros sentimientos con los que cada quien puede resonar. El lugar, es hermoso.
El palacio de Gobiendes, es sin duda otro edificio insólito en el lugar. La historia cuenta que el palacio partió de una torre medieval. Luego, los avatares políticos lo fueron ampliando y actualmente tiene dos alas perpendiculares, balcones en la fachada principal con su escudo y la capilla adosada y comunicada a través del coro. Edificio singular con una superficie de más de 2000 metros y una sala con capacidad para 120 personas. Bello, acogedor y más sugestivo que impresionante a pesar de su grandeza, hecho en el que probablemente resida su particular e innegable encanto.
Pero la belleza de Gobiendes es anterior a cualquier monumento alzado en él. En su entorno, las Cuevas de Obaya son el estimable testimonio de la antigüedad que la presencia del hombre tiene en estos parajes. Están lo suficientemente cercanas como para no hablar siquiera de una ruta; un paseo agradable nos llevará a las fuentes de Obaya.
En las antiguas escuelas de Gobiendes, está instalado el Centro de Interpretación de la Sierra del Sueve. Tal vez te apetezca visitarlo antes de comenzar el recorrido. El sendero no tiene lugar a errores y de forma plácida entre avellanos y zarzales alcanzamos el río Espasa que en la actualidad puede cruzarse por un puente de madera.
Al inicio del hayedo de Biescona, las Fuentes de Obaya, nacen entre una umbría vegetación de helechos, musgos y líquenes que ofrecen un espectáculo visual extraordinario. El paisaje te transporta a un mundo mágico, asociado en la mente con la visión de esta Asturias mitológica que alberga un pasado que añoramos. Superadas las fuentes y tras sobrepasar unos viejos molinos, se llega a la Cueva de Obaya.
Y luego, por el mismo camino, regresas a este pequeño gran lugar llamado Gobiendes.

Rutas por Aragón


El territorio del Aragón actual, está cuajado de huellas que las distintas civilizaciones han ido dejando en él. Desde los tiempos más remotos a los más modernos, los distintos recorridos que podemos elegir son las rutas que nos acercan a un pasado que ya se fue pero no sin dejar rastro.
De este modo el turismo rural se convierte en un encuentro no solo con la naturaleza, sino también con el arte y con la historia. Todo ello forma parte de nuestro pasado de una u otra forma y resulta divertido a la vez que interesante adentrarnos en unos tiempos en los que las gentes que nos precedieron tuvieron su propia manera de entender el mundo, de vivir la vida.
Las culturas prerromanas han sido conocidas y comprendidas a través de los numerosos yacimientos descubiertos. En Aragón, la Ruta de los Íberos ha de ser forzosamente segmentada en tramos pues las huellas de estos pobladores se extienden por las tres provincias.
Y como no pretendemos más que dar una pincelada de los lugares de mayor interés o de aquellos cuyas características, sean las patrimoniales o las naturales, resulten sobresalientes, señalaremos en la provincia de Huesca, dos yacimientos que pueden ser visitados. Se trata de La Vispesa, en Tamarite de Litera y del Pilaret de Santa Quiteria en Fraga.
En la provincia de Zaragoza, al norte, en la comarca de las Cinco Villas, sugeriremos los yacimientos de Pueyo de los Bañales en Uncastillo y el de Valdetaus, en Tauste.
En la Ribera Alta, el poblado ibérico de Alaun, muestra sus vestigios como ciudad más oriental de los Vascones, en la actual Alagón. El recorrido del Ebro, nos brindará tres magníficas muestras en los yacimientos de Castillo de Miranda, en Julisbol, el de Los Castellazos, en Mediana de Aragón y el de Cabezo Muel, en Escatrón.
En cuanto a la provincia de Teruel, en el Bajo Aragón, resulta difícil no toparse con alguno de los yacimientos o lugares en los que poder seguir las huellas de un pasado tan remoto, pues es en esta zona donde se da la mayor concentración de yacimientos actualmente gestionados por el “Patrimonio Ibérico de Aragón” . Tal es su magnitud que se creó un consorcio específico.
Once ayuntamientos de cinco comarcas están involucrados en él y la Ruta Iberos del Bajo Aragón transcurre por localidades tan emblemáticas como Alcañiz, Foz, Calanda, Oliete, Caspe, Calaceite o Andorra.
Las rutas de Aragón, resultan siempre agradablemente sorprendentes. Naturaleza y patrimonio forman un binomio seductor.